Blogia
JASON (de nuevas)

REGRESO

REGRESO

 

 

Los veinte minutos de estellesa me han hecho darme cuenta de que ya ha pasado el tren que tardo 10 horas en llevarme a Venecia. Entonces me he acordado de los spaghetti al tonno, panna, cipolla; los hombres que siempre te encendían el cigarro en vez de darte el mechero y las conversaciones interesantes con gente nueva cada día. Las pesquisas en la mafia: camorra, andrangueta, sacra corona unita... Rosellini, Matteotti, Maria de Filippi y Toti y Giorgio Napolitano, en fin.

 

Casi no me había dado tiempo en pensar en ello desde que llegue a esta vertiginosa carrera con destino inexacto. Ha sido una vuelta impactante. Este año me he visto rodeada de amazonas, con cirugía estética y todo, y con minis en el aparcamiento que te hacen pensate si el apartado de correos es el 90210.

Al mismo tiempo me he visto rodeada de gente que ha aprendido muchísimo, demasiado quizá para las expectativas de alguien que debería estar su mismo nivel. Gente que sabe mucho más de lo que se imagina. Gente que me está dejando alucinada y a la vez me hace sentirme un poco pequeña y un poco retrasada. Y todo esto, además, con la humildad que me gusta. Frentes cenicientas que me preguntan por mi vida con cara de niño asustado, conversaciones acerca de qué tipología elegirían como amante (me impactó), ilusión desmesurada ante diminuta caja de cerillas y flequillos ateneos que me preparan sándwiches de 4 pisos para que me vuelva a sentir en casa.

 

A ver como termina todo esto, puede ser que en un suicidio a la japonesa, espero que termine de manera parecida a Alberite, en los indios, o en Zarauz haciendo concesiones, jugando a las películas y hablando todo el santo rato como si estuviéramos en una de ellas.

 


 

8 comentarios

carol -

Pues sí que tardas en contestar! a mí los sentimientos de culpabilidad...
Bueno, ahora soy la amiga exótica de Obanos, jajaja, que ya sabes que me llena de orgullo.
Un beso

Caravinagre -

Retomo tus textos, obanita. Releo y escribo por primera vez.
Ya ha pasado mucho tiempo desde tu regreso, la verdad que es una pena porque dejaste de ser "la amiga exótica de Italia". Con la que fardaba en conversaciones ajenas a los ámbitos académicos y contaba tus peripecias en ciudades de rapaces camorristas, en callejuelas de figuritas de belén y relojes robados, cibercafés moriscos, etc... Perdiste encanto y halo de misterio, nena. Aunque fue bueno tenerte de nuevo, y recordarte, disfrutar.
Te echaba de menos. Y nos viniste muy bien.

Yo quiero seguir siendo una frente cenicienta que te pregunte por tu vida con cara de niño asustado y que te diga con qué tipografía se acostaría.

La clave de todo, la da esa estúpida actriz: seguir emocionándonos al abrir una lata de atún.

Hipolipo -

Yo

leyre -

Suscribo lo dicho por la estúpida actriz (cuyo nick me recuerda al actor secundario bob, pero bueno). Los indios/Zarauz es una genial forma de vida, es una mentalidad. Sentámonos, cantemos, compartamos. Puedes vomitar, pero en parte es un poco cierto! Apuesto por seguir así el resto de nuestras vidas. ¿Quién se apunta?

carol -

Gracias! La burocratización el la cadena de fregado fue un tanto desastrosa, me recordó a un ejemplo que nos puso el de economía de una peluquería, pero nos lo pasamos muy bien , a que si?

Una estúpida actriz -

Carol, ya podía ser todo como los indios o ... esa concesión que no pronunciaré para satisfacer a alguno. Yo creo que mientras nos desdoblemos en estúpidas actrices de doblaje estandarizado, comamos sandwiches de 4 pisos, nos entusiasmemos abriendo una lata de atún... pues todo irá más menos bien...

Lo que sí se agradece es que te incorpores con esa alegría "absurdo-cansina" que nos caracteriza y un sólo pañuelo te baste para hacer de Caroline (la hippie de la guitarra desaliñada), de turca-erótica, de afgana opaca, de bailarina a través de un vidrio público... Vaya, que muy muy bienvenida y que gracias por la burocratizada cadena de fregado.

aneya -

mi pequeña carolina... ya estás aquí...

Hipolipo -

tranquila Carol, que todo terminará bien.