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JASON (de nuevas)

La Ventilla

historietas de la ventilla

Ayer me contaron una historieta cuyo extensión moral y humana creo que es tan extensa que se escapa, si no somos maniqueos y simplistas.

Unos chavales se encontraron a un mendigo por la calle; solo, tirado y sucio. Le invitaron a cocaína, porque les daba pena y se lo llevaron en el coche en el que iban a dar una vuelta. En un momento determinado, uno de los miembros del grupo abrió la puerta del coche, pegó al mendigo una patada en la boca y le expulsó del auto, herido y drogado. Los demás le rieron la gracia y siguieron tranquilamente a continuar con la noche.

 

DE MANIQUEOS

DE MANIQUEOS

Regresó del cine, había estado allí por encargo de su padre. “Anda, ves al cine un ratito con él, que tengo que hacer mis cosas”. Al llegar y entrar en el salón pensó que era nieve “ha nevado en casa, mama!”. Su padre, rodeado de gitanos, trabajaba.

    Su padre se empezó a llevarse a su hermano con él, cuando éste tenía dieciséis años. No quería estudiar y, como si fuera fontanero o albañil, comenzó a enseñarle la profesión. “Da mucho dinero y nunca falta trabajo, es como todo, a 20 de mes, muchos se quedan sin pasta y cuando llega el uno y tienen la cartera llena, todo vuelve”

    Ahora, con su padre y su hermano en la cárcel, él ejerce el mismo oficio, que da dinero y permite a uno tener sus vicios. Más aún cuando los vicios no son tomar el café con los amigos. Mantiene sus cuentas al día y, a veces, cuando negocia a los grande, parece un empresario. Tiene una lista de morosos y no perdona ni diez euros. Sabe hacer negocio y que los precios son relativos. Si alguien le engaña, engaña. Pasa de famosos y de gente que no sea de confianza. Tienen pasta pero no se la juega.

   Tiene 20 años reales y más vivido que muchos a sus 50. Me da mucha pena, porque es muy bueno.

CAMELA

CAMELA

 Vive en Valdeacederas, con una pareja de bolivianos, un africano y un compatriota, marroquí. Todos son “muy amigos”. Es alto y fuerte, aunque parece que los brazos los tiene inchados de pincharse anabolizantes; él, sin embargo, achaca la desproporción de su cuerpo a que cuando se marchó de casa, en Marakech, se hizo pescador. Vino con 18 años a Madrid, sólo y “como todos los moros”, tal y como dijo. Al llegar, sin ni una palabra de castellano ni papeles tuvo que vivir en la calle y dormir en cartones.

Finalmente, negocios poco legales le hicieron llegar a mis compañeros de piso y de esta forma, a mí.

Le falta un diente y tiene un español muy bueno para el tiempo que lleva aquí. Pide que se le corrija lo que dice mal. Mi compañera de piso se ríe y le dice “Oyes Jusep, es que lo dices todo mal”.

El año pasado estuvo en San Fermín, y me preguntó que si Pamplona era la capital de Navarra.

El otro día por la noche confesó que le gustaba Camela porque era la primera canción en español que había escuchado cuando llegó. En mi piso, por supuesto, había discos de Camela, así que ahí estuvieron los dos, cantando como locos. Felicidad

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EN EL BARRIO

EN EL BARRIO

"A la Ventilla venía Antonio Flores a pillar la coca, tía!", me lo decía orgullosa, y realmente  pensé que quizá era algo de lo que estar orgulloso. Parte de Carne Trémula se grabó en el barrio, pero cuando aún era un poblado de chabolas, una barriada gitana.  Los gitanos siguen, ahora viven en los pisos que construyeron para en el proyecto de rehabilitación de la Ventilla. Cada día por mi casa pasan unos cuantos, amigos de mis compañeros de piso. Que han vivido siempre en el barrio, con todo lo que eso conlleva. Yo hablo con los gitanos, que son super majos y me hago su amiga, me gustaría que me contaran el drama de su tribu.

Ayer por la noche estaban en mi cuarto de estar, compartiendo con nosotros la cena, dos gitanos y un moro, pero un moro que ha nacido en Madrid y dice "ejque".

Madrid te deja respirar, o te agobia, según el caso y el día. Como cualquier otro lugar pero con metro. Del trabajo a casa y de casa al trabajo. La rutina no cambia. Pero luego puedes marcharte a todos los sitios que te puedas imaginar y puedes cambiar de escenario tan rápido que es increíble. Puedes quedarte horas viendo comprtarse a gente de otras culturas tanto o más españoles que yo. También darte cuenta de que también en esta ciudad existen chicas de las de toda la vida, las del novio y las amigas, las de del insti a la uni de la uni al trabajo.

No sé a dónde me llevarán las cosas y a dónde mi experimento, por el momento, la gente de mi arrabal me está dando más cariño que el resto de nillones de personas  que habitan esta ciudad.

PD: Hay muchas barriadas, en Madrid. Si queréis ver fotos de estos barrios de Madrid os pongo un link de la página donde he cogido esta, hay fotos de los barrios marginales