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JASON (de nuevas)

COMIDA DE REYES

COMIDA DE REYES

Cinco personas en busca del objeto perdido. Lujuria, egoismo, placer del reencuentro con la eterna recompensa. Mala fortuna para el iracundo al que año tras año se le resbala el triunfo de las manos, ante sus diminutos ojos, con el abdómen a punto de estallar por el azúcar con lactosa que contiene en su seno (que no tetas) el añorado festín.

Normas preestablecidas a las que cada 6 de enero deben sumarse nuevos artículos, anexos y enmiendas. Terminaremos así, en un utópico futuro, ejecutando el acto como toman los japoneses el te, sin pensar en el asunto en cuestión. Sin pensar en las injusticias deribadas de tamaños, órdenes y listas, que se multiplican conforme se van solucionando las anteriores, y meramente disfrutando de la recompensa.

Manos ajenas hacen más grande el botín aumentando, de esta manera, la intensificación de las ansias; y, por ende, la excitación ante un posible triunfo. Tocar el cielo con las manos, desviar el rayo, saberse el rey, el impune, el deseado y envidiado. Aunque sea sólo por un rato y seas sólo un Lisias ante un diminuto auditorio.

PD: Este año le tocó la figurita del roscón a mi madre y los dos euros que mete mi padre para darle más emoción a mi hermana. Mi hermano lloró lágrimas amargas y yo, acostumbrada a mi mala suerte, saboreé la nata de Taberna.

 

 

5 comentarios

eresfea -

Me gusta mucho la fotografía.

Hipolipo -

Yo hago trampas y estudio antes el roscón para ver dónde hay más nata (dónde está el regalo). Siempre saco yo el regalo, lo malo es que en mi casa, el que lo encuentra, paga el roscón.

aneya -

:-S En mi casa directamente le damos la sorpresita a la pequeñaja... que le hace ilusión, y se guarda todos (de este año, del anterior, del más anterior...) en una bolsita para que se hagan amigüitos. La pequeña también pide que a las casas a las que vamos y en las que nos den roscón, pues que pidamos la figurita para ella...

Eso sí, dentro de unos años la pequeña crecerá...

Iracunda -

Quería decir legislación...
¿Seno? ¿Acaso querías decir en lo más profundo de sus pechos en hinchazón, en su vientre más inflamable? Al carajo con él...

Peponzuela -

Yo acabo de hacer el mismo sorteo con mi familia, no la chica, la grande. Dos roscones; cada uno para una generación.

Mi prima se ha puesto como una furia, hemos gritado tongo, tongo, han retirado nuestro dinero invertido con el recelo de muchos. El motivo: el rosquito le ha tocado a mi prima (una García) y el rosco a mi tía (su madre). ¿Tongo? ¿Suerte?

Esta muy bien escrito, Carol. Concido con eso de que habría que crear una legislatura sólo para este día, y una jurisprudencia para el acto de comer un roscón y sus inevitables complicaciones...

Lo peor es que además de mi derrota, no pude refugiarme en la nata.