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JASON (de nuevas)

DE AZAÑAS Y MACHADOS

DE AZAÑAS Y MACHADOS

A Llamazares ya nadie le escucha. Quizá por eso una de sus últimas ideas ha pasado por alto. Este año, 75 aniversario de la Segunda República, ha propuesto que la bandera republicana ondee durante el mes de abril, junto con la oficial, en todos los edificios públicos.

“Mi amigo Antonio Ballesteros y yo izamos en el Ayuntamiento la bandera tricolor. Se cantó la Marsellesa; sonaron los compases del Himno del Riego”. Así describía Antonio Machado el 14 de Abril de 1931. Cuando la mayoría de los ciudadanos decidieron jugárselas todas a una, y apostar por el sistema republicano. La Segunda República fue algo más que un movimiento marxista, que una lucha de clases. Fue el ambicioso proyecto una gran parte de la elite intelectual española de llevar la cultura al pueblo. Así, Federico García Lorca, creó un grupo de teatro ambulante, La Barraca, con el que intentó que no sólo las clases pudientes disfrutaran de los nuevos movimientos vanguardistas. Toda la generación del 27 en general se sintió identificada con el espíritu y la labor de la República. También pintores como Picasso y Joan Miró. Aidez l’espagne, pedía en plena guerra un señor rojo, morado y amarillo, con el brazo izquierdo en alto, pintado por Miro desde el otro lado de la frontera.

Pero el clima de efervescencia cultural no sólo inmiscuía a los artistas. También los políticos estaban volcados con la causa. Muchos de ellos fueron gente de letras, ilustrados y, sobre todo, preocupados por difundir la cultura. Manuel Azaña fue escritor, y fundador de varias revistas literarias (La pluma, España).Una de sus reformas fue la educativa. Largo Caballero estuvo al frente de ésta. Quizá la reforma agraria no consiguiera llevarse a cabo, pero miles de colegios fueron creados durante estos años. “Colegio Nacional de Obanos, 1933”. Dice una placa situada en lo alto de la escuela de mi pueblo. Asimismo, creó las llamadas Misiones Pedagógicas, encaminadas a difundir la cultura por todos los rincones de España. Tampoco podemos olvidar la labor de Negrín, Presidente ya en la guerra. Quien, en una misión nada fácil (al menos así lo describe un reciente documental que narra la proeza) logró que todas las obras de arte del Museo del Prado fueran trasladadas, para que las bombas no acabaran con ellas. Mucho dinero fue destinado a esta empresa, que recibió reconocimiento en toda Europa, por ser el primer intento de tal envergadura de salvar el arte de la guerra.

La República se quedó en un intento. Mola y sus amigos se encargaron de que no llegara a ser. Pero sólo por honrar unos años en los que la cultura en España se tenía como un proyecto y no como una tara, no estaría de más, que, al menos, el 14 de Abril, se ice la bandera republicana. Y no sólo en los recordatorios de los más nostálgicos.

7 comentarios

jason -

Sin embargo, casi nos emocionó más ver el pendón morado en ese humilde balcón, con los ojos rojizos de contaminación castiza, que si llegamos a estar toda la tarde rompiéndonos con la hinchada de Azaña

Sarítísma -

Ya ha pasado el 75 aniversario y lo ha hecho sin mucho ruido. Qué pena rastrear balcones en la cuna republicana y encontarlos forrados de rojo y gualdo... Con lo que nos alegrarían unos pendones morados. Muy bien por recordar lo que que fue!!!

jason -

A contentar al profe, que es el que manda

eresfea -

Jasón, Jasón... Yo esperaba polémica y descubro que has editado la imagen. Esto es juego sucio. Pero he de reconocer que en pantalla ahora se ve mucho mejor.

kabuki -

Me gusta leer algo positivo de esa época. Estoy cansada de escuchar sólo las sombras de la republica, parece que a la gente se le ha olvidado que muchos de los grandes artistas españoles lucharon por esas ideas. Algo tedrá la republica para que tantos genios la defendieran.

Eresfea -

Tarara, estos son mediocres y lo que quieras, pero no organizarían una revolución interna en plena guerra...

Jasón, ¡que imagen tan añeja! Me recuerda a algunas de libros de teoría política de la editorial Alianza.

la tarara -

Me gusta tu columna, sobre todo la exaltación de la cultura. Ya se sabe que en la II República hubo luces y sombras... ¿O eran sólo sombras? No me acuerdo, pero algo me suena... En fin, me encantaría haberla vivido ya sólo por conocer a aquellos intelectuales y políticos, tan lejanos de los mediocres de ahora.